Le hubiera gustado dejar la mente en blanco y saltar. Pero para arriba. Saltar tan alto que perdiera el conocimiento, la orientación y el saber estar.
Llegar más allá de las nubes y ver por un agujerito donde estaba él. Ver el futuro y descansar en alguna estrella fugaz que le hiciera un tour turístico por la vía Láctea o la vía Café con leche...qué más daba.
El problema vino que apenas se movió del suelo y que la mente más que un blanco nuclear tenia el arcoiris tatuado. Que a veces no estaba mal, pero otras no quería colores ni nada que la llenara.
Subió más alto pero todo lo que sube baja y comprendió que tenía que cambiar el plan. Ser más práctica y dejar lo de la vía Láctea cuando fuera al Planetario. Tal vez, las estrellas le inspirarían.
Dicen que cuentan que es la mejor forma de soñar con los ojos abiertos...Los cuentos están en cada abuela, en cada regazo y en cada almohada
jueves, 22 de marzo de 2018
jueves, 8 de marzo de 2018
acordes
Lo nuestro empezó despacio, como unos acordes de casualidad en el piano....suave...bonito...con gracia. Continuamos dibujando notas. Salieron redondas entre silencio y silencio. De noche, nuestras piernas representaban la clave de Sol y era entonces cuando nos dejaba de importar si sonaba la música o no.
Con el tiempo, fue creciendo y dejamos de preocuparnos si tendríamos nuestra banda sonora. Preferíamos un menú de gustación y si era en tu ombligo mucho mejor...
Ahora es tan grande, que nos mudamos de piso, para que le de más el sol, y el agua...para que le demos más y nos haga sentir mejor, más llenos si cabe.
Con el tiempo, fue creciendo y dejamos de preocuparnos si tendríamos nuestra banda sonora. Preferíamos un menú de gustación y si era en tu ombligo mucho mejor...
Ahora es tan grande, que nos mudamos de piso, para que le de más el sol, y el agua...para que le demos más y nos haga sentir mejor, más llenos si cabe.
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