Se echó una copa, vio la tele, vio fotos y volvió, pero seguía sin haber nada.
Su lienzo blanco y su mente negra. No había orden no había nada o había mucho...Apareció un torbellino, si, uno con ruido, polvo y lágrimas...
Los colores que vio no le gustaron así que no los usó. Buscó más allá, tenía que haber algo, algo un poquito más al fondo. Encontró un azul brillante, precioso, con vida... con él vino el mar, y con el mar, un sueño y con el sueño su inspiración...
No hay comentarios:
Publicar un comentario