viernes, 6 de mayo de 2016

Con los dedos manchados de tinta

Y salió así, con su sello personal. Con ese olor a libros, con esa mirada...porque necesitaba refugiarse ahí, donde todo tiene solución, buena o mala, pero la tiene. Todo está escrito y aunque lo parezca, no hay más salida que una.
 Sí, los libros, cuentos, historias; todos ellos, la habían enseñado mal. Sí, lo habían hecho y ella no hacia nada más que empeñarse que su vida tuviera un cierto parecido a ellos. En el amor, en la lucha...en el final feliz. Los buenos ganan. Porque no iba a permitir quedarse con la idea de esas "historietas" donde el bueno pierde...no, no, no. La fantasía no está para eso, la realidad sí.
Y eso esa lo que le preocupaba, que la realidad es otro cuento. Un rollo de cuento. Para que engañarse. A veces parecía que le cogía el truquillo, pero na', imaginaciones. Así que tomó una decisión, si pasaba algo y no le gustaba, lo reescribía, y así se pasó la vida, con los dedos manchados de tinta, esperando a dejar un día el folio en blanco.
Suerte amiga.

jueves, 5 de mayo de 2016

técnicas

La técnica cerrar los ojos y que el tiempo pase, está pasada de moda. Tanto, que no se conoce si ha alguien le ha funcionado...Quizá asomarse al abismo y sentir ese cosquilleo en el estómago a muchos les ayuda a saltar, a otros les paraliza y se pasan años sentados al borde debatiendo cuando es el mejor momento. Adelantar el reloj tampoco funciona. Créanme, es mentira. Solo se adelanta en tu salón.
Entonces, qué hago??!!! Se preguntarán, porque seguimos sin dar un paso, quietos mirando y sin mirar, saltando a medias, escuchando mil consejos y reproches y con la cabeza loca. No hay atajos, ni fórmulas mágicas, ni días de suerte, aunque sintamos en lo más profundo que todo saldrá bien. Porque no hay más camino que ese...
Pongan sus relojes en hora, respiren hondo y sigan adelante, tal vez si saltan haya abajo un mullido colchón, tal vez no, pero sólo lo sabremos cuando lleguemos abajo.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Cuando te empeñas

Cuando te empeñas en encender una cerilla. Cuando empeñas y el viento sopla, ¿qué es más duro: encenderla o mantenerla? Quizá es más sencillo cerrar la ventana...lo que no puedes es sentarte en la oscuridad. Porque allí todo es más grande, ella se siente sola