miércoles, 25 de enero de 2017

Un sueño

Erase una vez, un sueño. Un sueño que cabía en un bolsillo. No molestaba y siempre estaba latente. Pero siempre le tocaba esperar. Tampoco pasaba nada, el era paciente y si se impacientaba, se aguantaba. Que remedio había. Fueron pasando los años y él solo en el bolsillo pensó, ingenuo de él que ya le tocaba. Que era su oportunidad, que ya había llegado la hora. Saldría y con una doble pirueta sonaría un redoble de tambor y tachan: "estoy hecho"...
Pues no. Aún no. O aún no de esa forma. 
Una cosa que no saben los sueños es que no vale crecer y ya está, hay que hacer otras mil cosas antes, Hay que caminar por luces y por sombras, desesperarse, rendirse y volver a intentarlo y a veces se llega a la meta y otras se coge un desvió aún más largo. 
Así que el sueño, se preparó merienda, dejo de practicar la doble pirueta y empezó el camino. Quién sabe cómo y cuándo será el final