Entre la niebla, la nieve y el viento se visualiza una casa. Una muy humilde, con pocas luces y un felpudo en la puerta que dice "Bienvenidos".
Es Navidad, debajo del árbol paquetes de paciencia, envueltos, eso sí, muy bonitos.
Piña de bote, langostinos y mayonesa casera. Todo un manjar, porque lo que importa es que estoy a tu lado.
Al fondo del salón, luce una vela, recordando a quien no se sienta a hoy a la mesa. Villancicos en la tele y luego como todos los años Raphael cantando su nuevo disco. Es un invitado más, pero de esos que no molestan porque no hay que repartir con él la piña.
Se recuerda lo bueno, y se espera que las Navidades al menos haya langostinos...
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