domingo, 7 de junio de 2015

Bea

Ella,ni cuenta se daba. Solo miraba para fuera y no se veía ni en el espejo. Quizá, pensaba, que era una sombra, un grano más de arena, pero era la aguja en el pajar. Siempre vestida con una sonrisa, inimitable, aunque tuviera una cara igual cerca de ella. La esperaba un gran futuro, solo tenía que coger mucho aire en los pulmones y soplar esos nubarrones. Ella podía, y ni cuenta se daba.
Princesa rupestre, con mil sapos alrededor. Pronto, cambiaría la historia;pronto, pintará con otro color. Ella, puede con todo. Ella no es como las demás.

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