martes, 2 de mayo de 2017

Musa

Se quedó buscando musas. Como si estuvieran escondidas bajo las piedras, o esperándole en una esquina. Buscaba como si no hubiera tiempo, como si tuviera algo que decir y no supiera cómo, como  si tuviera papel...
Se cansó pronto, claro está. Ellas no vienen cuando uno quiere, su teléfono no tiene números, ni señal. Vienen cuando se las deja entrar, se las alimenta y cuando uno rebosa palabras. Pero para eso hay que llenarse antes...
Así que se fue a una biblioteca, a una de esas con polvo en los libros, con olor a antiguo y sin wifi. Se inspiró en sus pasillos y sobretodo en la bibliotecaria, no era una musa pero se le parecía.

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