lunes, 21 de abril de 2014

Gritos

Volvió a gritar para dentro, volvió a sentir esa presión, esa desorientación, ese vacío...Tenía prisa, y como todo el mundo sabe, esa amiga no es buena consejera.
Ya no buscaba "por qués", buscaba "comos" y en el fondo tenia una esperanza alumbrada con una lucecita. Ánimos, muchos; presiones más; sueños, el doble. Todo tiene que llegar...
Se acostumbró a las carreteras, a retener las lágrimas a soñar con límites, a valorarse y desvalorarse... Agradeció lo que tenía, los segundos contados y las intenciones encubiertas.

Tenía dentro su propia vorágine, esa que a veces no la dejaba moverse y otras, que no la dejaba estar quita. Anhelaba todo lo que un día tuvo, lo que nunca poseyó, lo que soñaba con los ojos abiertos...Una locura.
A veces, se daba cuenta de lo injusto que era todo, y ilusa de ella, pensaba que a ella sí que le tocaba, que era lo preciso, que incluso se lo merecía...
Así que volvió a gritar para dentro y volvió a pensar que todo pasaría...


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