viernes, 11 de julio de 2014

Monstruo del Enfado

El monstruo del enfado, siempre con el ceño fruncido, sin risa, sin ganas, sin nada. Se cruza con los demás y siempre, siempre, siempre tiene un "bonito" gruñido. Algo le pasa, él antes no era así. No era el monstruo del enfado, tampoco era el de la alegría pero era un monstruo molón. Pero un mal día, de esos que tiene cualquiera, le cambió el rostro. Desde entonces, cambió los colores, el semblante y el pensamiento. Parecía como si una nube negra estuviera encima de él. Cada rayo, un gruñido. Cada piedra, una mala contestación. Cada pequeño bache, más agachaba la cabeza.
¡Que triste! y más triste se debería sentir él....
Pero como todo los sitios el monstruo de la risa, se quiso hacer su amigo. Al principio...al principio  el monstruo de la risa tuvo que aguantar de todo pero a él le hacía hasta gracia... ( es lo que tiene la risa, que te da y no paras)
Pero poco a poco el enfado sonreía sin querer, con cada tropiezo de Risa, con cada chiste...La nube se fue volviendo gris, más blanca y Enfado dejo de echar bufidos, al menos no tan a menudo y es que no hay nada que la risa no cambie.

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