viernes, 4 de julio de 2014

Olvídate de recuperar tus zapatillas

Es curioso cómo crece, como espera, como perdona. ¿Quién lo iba a decir? Pero llega, y se instala, a sus anchas, muchas veces sin que nadie lo invite. Entra, te roba las zapatillas y la cama y se queda cerquita cerquita. Rápido te acostumbras a él, a sus ronquidos a sus cantares en la ducha, a sus besitos en la nariz… A veces abruma, incluso enfada, pero es que el roce además de hacer el cariño, hace…pues eso, rozar.  Pero cuando te roza y el bello se levanta, amiga estás  perdida. Te ha enganchado, olvídate de recuperar tus zapatillas.  Compra paciencia, antiarrugas y tiempo, porque todo eso te hará falta. De las zapatillas olvídate, no pisarás el suelo, te llevará en volandas…

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