jueves, 22 de junio de 2017

Fórmula de la felicidad eterna

Llegado el momento; dejando las prisas, lo nervios y el qué dirán a un lado; se dispone a cruzar, no sabe muy bien si la meta o la salida. Empieza a descubrir que hay veces que los buenos no ganan y que las consecuencias, sean buenas o malas, tardan en llegar. Descubre que hay veces que los planes están ocultos, y que se empeñan en llevarte la contaría, intentando que no descubras la trama hasta el final.
Hay veces que es así. Buscar una explicación conlleva unas energías que no vale la pena gastar, unas lágrimas que te causan dolor de cabeza y un tiempo precioso que dedicar a leer, aunque sea el bote del champú.
Y una se (re)plantea qué es lo mejor, qué fallos ha tenido,cómo es la fórmula de la felicidad eterna y en qué momentos se mete en los berenjenales que se mete. Llegan los momentos en stand by y reorganizar la ruta. Nunca se sabe.

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