viernes, 10 de enero de 2014

Un monstruo

Erase una vez un monstruo bonito, de esos que no dan miedo, suave, esponjoso y que hablaba con los pies. Vivía en un zapato, uno viejo pero calentito. Tenía un calcetín. Uno con rayas de color azul.
Por la noche se arropaba, cerraba los ojos y ¿cómo no? soñaba.
Por la mañana no hacía la cama, tenía bastante trabajo con remendar los agujeros del calcetín. A eso de las tres, se sentaba en el zapato y pensaba, que sería de él si perdiera su zapato. Algún día encontraría una monstruo rosita de esas que hacen cosquillas, dan la mano y dicen cosas bonitas. Pero tenía miedo de que si iba a buscarla le quitaran su zapato. Así que no se movió de allí.
Pasaron los años y ya ni remendaba su calcetín. solo pensaba que por no haberse movido de aquel lugar solo tenia su zapato pero lo que  no tenia era con quien compartir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario