domingo, 23 de marzo de 2014

Al lado de las montañas

Tan cerca que nacía en ella. Para llegar , había que escalar, o eso era lo que parecía; porque si se observaba un poquito más, se veía que justo a la vuelta había un camino llanito que llevaba justo a la cima. Pero claro, había que fijarse. Las indicaciones eran para inteligentes o para quien se lo curraban, así que ya sabéis lo que hay que hacer si queréis coronarla.
Solo ladra, pero no da miedo, fiel y compañera y mucho mejor de lo que ella piensa, pero que va a decir su amiga, su madre salmantina y su regañadora oficial.
En fin, un descubrimiento...allí al lado de las montañas.

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